El cuerpo está lleno de piezas y engranajes para conformar un mecanismo complejo que a veces falla y altera nuestra amada y odiada rutina. Tenemos miedo cuando uno de esos mecanismos falla y explotamos cuando lo hace, ¿verdad? Nuestros mecanismos de defensa se alteran cuando algo nos invade nuestra ansiada paz, paz que tanto nos cuesta encontrar y que nos abandona a la primera de cambio.
Mecanismos. Todo en la vida se mueve por mecanismos perfectamente perfectos y somos incapaces de salirnos de la norma pero, ¿por qué no nos revolucionamos contra nosotros mismos? Miedo, tenemos miedo. Llega un punto que tu cuerpo dice basta y estalla una revolución que hace ganes la batalla al miedo. El miedo abandona nuestro cuerpo cuando realmente le hacemos frente, sino ¿por qué se iba a ir? ¡Con lo a gusto que está escondido en cada rincón de nuestra mente!
¿Por qué no nos revolucionamos contra esos mecanismos que comienzan a fallar? Porque nos morimos de miedo. Pensamos que no sirve de nada y preferimos escondernos y convertirnos en un quiero y no puedo.
Silencio. Piensa.
¿Cuáles son esos mecanismos de tu cuerpo que necesitan una buena puesta a punto?
Quieto. Mejor no hagas nada.
¿Mejor estar cómo estás?
¡Bienvenido a un mundo de plástico pre-definido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario